Temple
Hay destinos que se deciden al nacer. Ser el hermano mayor definió mi carácter en el mundo. Comprendí, por mera observación, que sería alguien a quien recurrirían para solucionar todos los problemas. Con ocho años ya parecía adulto: leía periódicos, celebraba los goles sin alharacas (como Butragueño) y en casa decidieron que sería el terapeuta matrimonial veinticuatro horas.
Sólo la curiosidad, casi monacal, por todo lo creativo me permitió llegar a la adolescencia sin grandes traumas. Hacer empresa es la unión creativa perfecta entre el deporte, las artes, la economía y la filosofía. Hacer diseño es utilidad que deleita sin abusar. Hacer marca es ser tú. Hacer cultura y comunidad es ser nosotros.
Hacer negocios consiste en construir relaciones de confianza basadas en combinar incentivos con afectos. Siempre se olvidan de lo segundo y, en política, de lo primero. Hay días que pienso que estamos en la fábula de los tres cerditos. ¿Qué materiales usas?
Ese fin de semana fuimos de camping con sus padres. El vecino, aficionado al toreo, se puso a encender una barbacoa con alcohol. El viento atrajo los gritos. Busqué una manta en la caravana. Sobrevivió. Meses después nos vimos: habló de tiempo, temple y templos.