La abuela vivirá con nosotros.
El sábado 27 viajamos a Sevilla. Ya acabó. Fue a las 10:30H. La noche del viernes le pusieron oxígeno. Desde entonces sin conexión ni ganas.
Reuniones familiares, papeleo y bandeja de entrada a rebosar. Voy poniéndome al día y retomando la rutina habitual.
En las noches de verano con los colchones tirados en el patio:
– ¿José Luis?
– ¿Qué?
– Cuando te duermas me avisas.
– Vaaale.