Día del libro. Sant Jordi 2004

John Steinbeck » Al Este del Edén (1952):

-¿No comprende usted? – gritó. La traducción popular americana «ordena» a los hombres triunfar sobre el pecado, y llamais al pecado ignorancia. La versión del rey Jacob, contiene una promesa en «tú le dominarás a él», queriendo significar que los hombres triunfarán seguramente del pecado. Pero la palabra hebrea, es decir, Timshel, o sea «tú podrás», permite elegir. Acaso sea la palabra más importante del mundo, pues da a entender que el camino está abierto (…)

El «tú podrás» hace al hombre grande, esto lo pone al lado de los dioses, porque a pesar de su debilidad, de su cieno y de haber dado muerte a su hermano, todavía le queda la gran libertad de elegir. Puede elegir su camino, luchar para seguirlo y vencer (…)

Es muy fácil salir de la pereza y de la ociosidad en el regazo de la divinidad diciendo: «No puedo evitarlo; el camino estaba predestinado.» ¡Pero imaginad la gloria que representa la facultad de elegir! Gracias a ella un hombre es un hombre. Un gato no puede elegir, una abeja está obligada hacer miel (…)

– No comprendo cómo es usted capaz de cocinar, cuidar de los niños y de mí y al propio tiempo hacer todo esto.
– Ni yo tampoco -respondió Lee-. Pero por la tarde, me fumo mis dos pipas, ni una más ni una menos, como los viejos. Y entonces siento que soy un hombre. Y siento también que un hombre es algo muy importante…, acaso más importante que una estrella. Esto no es teología. No me siento inclinado hacia los Dioses. Pero siento un nuevo amor por ese resplandeciente instrumento que es el alma humana. Es algo maravilloso y único en el Universo, siempre atacado y jamás destruido…, a causa del «tú podrás».