Vía El Cuaderno de Otis B. Dirftwood descubro un excelente artículo de Jon Ronson publicado en el diario The Guardian y que Pjorge reseñó hace unos días. El artículo describe la visita de Ronson a la Residencia de Kubrick confirmando la meticulosidad mítica del genial director.

En el artículo  se hace referencia a las infinitas cajas que almacenaba Kubrick para documentar sus trabajos así como las tipografías favoritas del director (Futura Extra Bold, Sans Serif, Helvetica y Univers), predilección que le llevaba a emplearlas en todos los pósters y créditos de las películas.

Tony me da una visita guiada de la casa. Pasamos junto a cajas y más cajas, archivadores, y una grandiosa escalera. Childwick fue una vez el hogar de unos criadores de caballos llamados los Joel. Entonces había, presumiblemente, bustos o arreglos florales en cada lado de la parte baja de esta escalera. Aquí, en vez de eso, hay una fotocopiadora en un lado y otra fotocopiadora en el otro.
«¿Es así…?» pregunto.
«Sí», dice Tony. «Así es cómo Stanley lo dejó».
La casa de Stanley Kubrick parece como si Hacienda se hubiese hecho cargo de ella hace largo tiempo.
Tony me lleva a una gran habitación pintada de azul y llena de libros. «Esto era antes un cine», dice.
«¿Es la biblioteca ahora?» pregunto.
«Mire más de cerca los libros», dice Tony.
Lo hago. «¿Coño!», digo, «¿Todos los libros de esta habitación son sobre Napoleón!»
«Mire en los cajones», dice Tony.
Lo hago.
«¿Es todo sobre Napoleón, también!», digo. «¿Todo lo que hay aquí es sobre Napoleón!»