Entrevista a Carlos Muñoz. Filosofía en la Red

Continuamos con la serie de charlas y entrevistas que se harán habituales en los futuros Blogs IS, y que días atrás inauguró José Luis Orihuela.
Hoy Carlos Muñoz, editor de la revista de filosofía A Parte Rei. Filosofía, publicación, derechos de autor, propiedad intelectual en Internet. Temas que nunca pierden vigencia.

A Parte Rei, es la revista filosófica on line independiente con más trayectoria en la Red en español. Desde junio de 1997 no falta a la cita con sus lectores. Ha pasado por varias etapas, incluida la edición en papel y la de dominio propio. Su editor y uno de los autores habituales: Carlos Muñoz Gutiérrez.

Carlos Muñoz, revista filosofía A Parte Rei 1.- Desde 1997 hasta hoy la Red ha evolucionado considerablemente. Sistemas de publicación, más iniciativas, mayor alfabetización digital, mas usuarios y lectores. En todos estos procesos A Parte Rei ha sobrevivido y salido vencedora, ¿cómo fueron los principios de A Parte Rei?. Para el lector de conocimiento o autor que aún no conozca A Parte Rei, ¿qué podemos encontrar en sus números?
A Parte Rei tiene sus orígenes en cierta necesidad. Dada la instrumentalización radical a la que nuestra sociedad se ha visto llevada por muy diversos y complejos motivos, el mercado en general y muy particularmente el editorial, en la medida en que convencionalmente ha sido el encargado de la difusión de ideas, se ha convertido o en una forma de ganar dinero o en una plataforma ideológica de determinados grupos de poder.

Ante esta situación, por todos conocidos, no quedaba resquicio alguno por donde introducir un pensamiento que no pretendiese o ganar dinero o legitimar alguna forma de dominación. Un grupo de profesores de filosofía o filósofos o sencillamente gente con cierta necesidad de expresar algo se propuso editar una revista de filosofía independiente, sustentada en sí misma y que pudiera mantener unos criterios de calidad y de libertad que ya escaseaban alrededor de 1997. En un principio se realizaron dos números en papel, de una forma artesanal y con tiradas sin riesgo para su venta o distribución. Mis amigos todavía me andan echando en cara la obligación de comprar que les impuse y aún hoy ante cualquier comentario que haga sobre algún proyecto en el que ande metido temen por su economía. ¿Cuánto nos va a costar?, suelen preguntarme inmediatamente. La dificultad de introducirse en ese mercado controlado y globalizado nos hizo ver la inviabilidad del proyecto de editar en papel una revista como a Parte Rei.

Tras este fracaso que disgregó los intereses de la gente que se había reunido en torno a A Parte Rei, a mí, que siempre me he llevado bien con la tecnología entendiéndola como una herramienta que puedo poner a mi servicio, me empezó a interesar el mundo de internet por ver si el proyecto de la revista podría continuarse en ese medio, del que se oía que era otra cosa muy distinta del mercado de las ideas. De esta manera y conforme iba aprendiendo el medio fui desarrollando los distintos números de la revista. Ya como un lugar abierto a toda la comunidad electrónica.

Había cierta inocencia en el planteamiento, inocencia que -creo- se mantiene después de estos años. Probar si éramos capaces de aglutinar alrededor de la revista a gente que el mercado y el poder establecido hubieran puesto al margen de los canales convencionales de difusión de ideas. Al principio nos costó. Los primeros números eran escasos en contenidos y en firmas. Algunos amigos presionados, artículos traducidos o sencillamente reflejados de otros lugares constituían el fondo de una forma tentativa propia de los principiantes. Pero a la vez que mis conocimientos técnicos crecían, crecía el número de colaboraciones que recibíamos desde cualquier lugar del planeta, mi buzón de correo electrónico recibía mensajes de ánimo y felicitaciones y, en algún momento que ya no puedo precisar, A Parte Rei se había establecido, sus artículos eran leídos y discutidos e incluso hoy hay cola para poder sacar todos los contenidos que nos llegan a la redacción.
Ha habido retrocesos, como nos encontramos ahora después de haber perdido el dominio por el que apostamos cayendo en las trampas de las empresas proveedoras de servicios de telecomunicación. La mayor parte de ellas organizadas de forma mafiosa y a las que A Parte Rei se cuidará mucho de contratar. Pero el compromiso lentamente adquirido nos convence de que al proyecto le queda vida, y en el curso del tiempo siempre se prospera. Retomaremos el entusiasmo por hacerlo mejor conforme encontremos el ánimo y la colaboración que hemos tenido hasta ahora.

Para quien aún no nos conozca en a Parte Rei podrá encontrar lo que quiera poner, o dicho de otra manera, A Parte Rei sigue siendo el espacio abierto para la reflexión, la crítica y el debate. Es un espacio abierto y gratuito para la difusión de ideas y estudios filosóficos o de disciplinas afines, que mira también a la nueva realidad multimodal y electrónica en la que se produce, al arte, a la contestación o a la creación.

2.- En el campo del conocimiento y de los textos académicos, APR ha contribuido de manera innegable como plataforma virtual de publicación y difusión. ¿De qué número os sentís más orgullosos?
Cada número lleva su esfuerzo. Primero la incertidumbre de si habrá contenidos suficientes y valiosos, segundo su ejecución técnica y artística, en la que depositamos también cuidado y atención y tercero en la repercusión que pueda tener. En ese sentido cuando una propuesta dirigida desde la dirección se ha consolidado, ha quedado bonita y ha tenido repercusión, nuestro orgullo ha crecido. El monográfico dedicado a Nietzsche fue una explosión en el medio para nosotros. Muchos de sus artículos se han reflejado en muchos sitios, se han hecho traducciones o están en curso. Congrego a artistas, filósofos, poetas, en fin, creo comunidad. Quizá sea este número, nuestro mejor número. Pero personalmente hay otros números que me gustan también. Por ejemplo, el monográfico sobre el cuerpo o el especial sobre Wittgenstein.

Derechos de autor y propiedad intelectual en la red

3.- El autor, generalmente académico y no familiarizado con la web, cuando publica en iniciativas on line su mayor preocupación son los derechos de autor, si le copiarán sus textos, si su obra será reconocida y valorada de la misma forma que en formato papel…
¿La tendencia abierta por rincondelvago.com, por monografias.com ayuda o perjudica a la valoración del autor?
Yo creo que lo importante son las ideas y éstas no tienen dueño. En el número cinco de A Parte Rei traducimos y publicamos el trabajo del Critical Art Ensemble El plagio utópico, la hipertextualidad y la producción cultural electrónica (PDF). Y se ha convertido para nosotros en una especie de ideario. En este sentido hay también un mensaje que lanzamos a la comunidad de reivindicar el valor del trabajo del pensar y no la instrumentalización sistemática y aniquiladora que se hace de esta tarea.

«Todavía hay muchos autores que consultan si en A Parte Rei se respetan los derechos de autor o si publicar en sus páginas aporta méritos académicos. A Parte Rei difunde ideas no hace curriculum.»

Todavía hay muchos autores que consultan si en A Parte Rei se respetan los derechos de autor o si publicar en sus páginas aporta méritos académicos. A Parte Rei difunde ideas no hace curriculum. En este sentido yo he notado un importante cambio en los últimos años conforme internet se ha ido imponiendo como el mejor medio en la difusión de ideas. Todavía queda el recelo respecto a quién está detrás de cada cosa y todavía queda el contraataque que desde los medio establecidos, que representan a los grupos de poder y de interés, se realiza, pues ellos siguen teniendo el control de las agencias de evaluación, de las revistas prestigiosas, de las cátedras universitarias y de los medios masivos de comunicación, pero inevitablemente la publicación electrónica se equiparará para lo bueno y para lo malo con otras formas tradicionales en los que se asientan en la actualidad los derechos, los méritos o la propiedad.

A mí personalmente me encantaría que me plagiaran o que utilizaran mis ideas o la de los autores que han publicado en A Parte Rei. Aunque también creo que lo cortés no quita lo valiente.
Por lo demás, lo bueno, lo original, lo valioso o lo interesante no reside nunca en el soporte en el que se trasmite, sino en lo que cuenta o dice, en la capacidad de suscitar más pensamiento o de desordenar creencias. Contra el lema de Mcluhan, el medio no es en ningún caso el mensaje. Pensar lo contrario es someterse. Aquí está nuestra reivindicación: que como sea, algún efecto produzca. Lo valioso debe elevarse por encima dejando al medio en sombra, transcendiéndolo y, en consecuencia, unificando todo medio imaginable.

Incidiendo en el tema, Isabel Leyva desde Amsterdam, te pregunta:
4.- ¿Por qué apostaron por una revista de filosofía virtual y no en papel, y ventajas e inconvenientes de optar por la primera opción.

Las ventajas de una publicación virtual son evidentes. En primer lugar es más barata y consigue una máxima difusión, que es el fundamental problema que tiene la publicación en papel. Además el medio es bastante ilimitado lo que permite tener todos los contenidos disponibles para su consulta y uso. Por otro lado, permite una modificación en cualquier momento en que sea preciso, lo que el papel no permite. En general, la publicación virtual ofrece muchas más ventajas que inconvenientes.

5.- En otros ámbitos las licencias para la protección de la obra digital proliferan (Licencia Creative Commons, Copyleft…). En APR, habéis apostado por la formalidad del pdf en detrimento de la usabilidad del html. ¿Por qué optasteis por esta decisión? ¿Habéis tenido experiencias negativas con el html?
El pdf es un formato muy potente, se mantienen universalmente en toda las plataformas, es más rápido de trabajar y más fácil para imprimir o utilizar off-line. El html no nos ha dado experiencias negativas, pero llegado a un punto de crecimiento de la revista, no parecía sensato duplicar los contenidos como hacíamos al principio. Creemos que, en la actualidad, el uso y el conocimiento de los formatos pdf no conlleva graves dificultades al lector y de ahí nuestra elección.

El espacio de la Filosofía en Internet

Daniel López Salort, autor que ha publicado en APR, pregunta…
6.- La «muerte del libro» es tan fetiche como que «la red es la panacea de todos los males». Los lectores de hoy: ¿son más lectores de «pantalla» que de «página impresa»? Obviamente, no podemos comparar New York con Kinshasa, pero me refiero donde la red es ampliamente usada. La pregunta cobra especial sentido cuando nos referimos a textos de largo formato como es el caso de APR.

El medio impone ciertas condiciones, pero ni lo uno ni lo otro. Muchos imprimirán los artículos o aquello que les interese para leerlo como se aprendió de pequeño, en el lugar más cómodo, al hilo de las notas que nos sugiera la lectura. Otros se moverán a lo largo de la pantalla, en lecturas rápidas o depositando la mirada allá donde la atención recaiga. El futuro, no se sabe, pero seguro que durante mucho tiempo convive lo nuevo con lo antiguo, como se ha producido en todos los contextos de la vida humana. Si la sustitución se realiza muy rápidamente será porque los contenidos se viertan con la misma rapidez o mayor en la que se ha producido la sustitución del medio, como ha sucedido con la producción musical, por ejemplo. En cualquier caso, esperamos que haya algo para leer sea en papel, en pantalla o lo que el desarrollo tecnológico feroz produzca.

López Salort, profesor y filósofo afincado en Córdoba (Argentina), lanza su última pregunta:
7.- ¿Las posibilidades de comunicación en la red están tocando límites, o podemos esperar innovaciones próximas o lejanas? (léase tecnológicas o de contenido?)

Si la evolución social humana se puede caracterizar por algo es por incrementar de forma constante los modos y formas de comunicación, pero no me resulta difícil imaginar que la red termine siendo controlada por aquellos que esperan beneficios de cualquier cosa y muy especialmente de la producción de ideas (buenas o malas). Eso es lo que sistemáticamente se ha producido, uno a uno han ido cayendo bajo el control de grupos de intereses los medios de comunicación que las sociedades humanas han producido. Internet tiene el consuelo de que siempre habrá un nivel de vulnerabilidad que permitirá que nunca nada en ella sea fiable. Este es un conocimiento importante porque no permite que la gente idolatre el medio y acepte sin desconfianza la información o el conocimiento que transmite. Internet obliga, salvo estupidez, a contrastar la información a complementarla o ampliarla, invita a la comunicación, crea, en definitiva comunidad.

8.- ¿Cómo se configura un número de A Parte Rei? ¿Grandes diferencias de cómo se configuraba el número en 1997 y hoy día?
Respecto a la elaboración de los números de A Parte Rei, el proceso no ha cambiado sustancialmente. Entre número y número se reciben los originales o se proyectan las entrevistas o traducciones, conforme se reciben se leen y se evalúan cuidadosamente y después se guardan hasta que el tiempo nos impone la necesidad de iniciar el proceso de edición. En este momento se editan los trabajos intentando poner el máximo cuidado y finalmente se crea la portada que siempre suele contener alguna colaboración gráfica. A la vez de una forma constante se mantienen las otras secciones que acompañan a los números bimensuales, los índices y listas de autores o temas. Por ultimo se inicia la tarea de publicar y de dejar disponible a todos los lectores los nuevos contenidos.

9.- ¿Y el futuro? ¿Qué nos depara APR en los próximos meses?
El futuro es incierto. Por ahora debemos recuperarnos de una serie de elementos circunstanciales que han influido negativamente en la evolución de la revista y, lo que es más triste, que no han permitido explotar al máximo otros elementos circunstanciales que eran favorables. En el último año A Parte Rei ha logrado cosas impensables en su orígenes, especialmente en esa idea última de crear comunidad, de conectar intereses y de propiciar colaboraciones de lo más diversas y singulares. La lastima en que todo esto ha llegado en un momento de cambio y con una carga de trabajo que no nos ha permitido dar un salto adelante. Quizá hemos retrocedido, pero -como decía antes- si ha de valer la pena, tendrá siempre que mejorar. Dejaremos entonces en el secreto las nuevas sorpresas que A Parte Rei tiene reservado a sus lectores, así mantendremos la expectativa y el interés.

10.- APR demuestra que hay un espacio para la filosofía y el conocimiento en la Red realizado de manera independiente. ¿Tiene salud la filosofía, la historia de la filosofía fuera de los departamentos universitarios y de investigación?
La salud de la filosofía está desde hace mucho fuera de los departamentos universitarios. En ellos lentamente desfallece y, a menudo, muere. Es, creo, desde fuera en proyectos como los de A Parte Rei donde algún remedio puede llegar. Hoy se constata, como en cualquier momento de la historia, un interés hacia la filosofía. Hacia la filosofía mundana que vincula todo uso de la razón con los fines esenciales de la humanidad, como la calificaba Kant frente a aquella otra académica encerrada en sí misma. Encontramos iniciativas en la red, en los cafés-filo, en las terapias filosóficas, en la inevitable necesidad de pensar lo que nos gustaría que fuera el mundo. Quizá, lo que ha perdido es su dimensión práctica y transformadora. El intelectual crítico capaz de convocar a la acción para transformar las cosas está sometido o enterrado. Es esto por lo que hay que luchar desde cualquier medio. A Parte Rei reivindica también esta figura, el intelectual comprometido que dice no mejor que sí.

11.- ¿En ese espacio de difusión e investigación de la Filosofía qué papel pueden jugar los weblogs? ¿Te interesan los weblogs como futuro usuario, como objeto de investigación?
Con la tecnología caben dos posturas. Una es la de renovarse y actualizarse conforme se necesita y otra es esclavizarse al progreso incesante que demanda un mercado que produce bienes para su consumo. Yo personalmente suelo adoptar la primera actitud. Esto hace que todavía no haya profundizado lo suficiente sobre los weblog o los recursos tecnológicos que potencian la comunicación horizontal. En este tipo de desarrollos veo el riesgo, asociado al medio que producen, de la precipitación o de la simplificación de la reflexión.

Me parece que los weblogs, en lo poco que conozco, resultan muy televisivos e inmediatos y que al facilitar esa comunicación se puede perder en rigor. De todas formas ya estamos investigando qué buen partido podemos sacar de las últimas iniciativas técnicas que cada mes ofrece internet. Desde luego me suscitan interés como objetos de investigación, pero no tengo todavía una opinión definitiva respecto de su valor o su utilidad.

José Luis Orihuela «cierra» la charla con Muñoz:
12.- ¿Puedes sugerirnos buenos weblogs sobre Filosofía en español, francés o inglés?

Sinceramente no puedo sugerir buenos weblogs, como ya decía, hemos empezado a investigar el tema y por ahora andamos evaluando herramientas y conocimiento básico. Además nuestra posibilidad para la navegación tranquila y el descubrimiento de buenos sitios cada vez es menor. Demasiado trabajo para puntualmente ofreceros un nuevo número de A Parte Rei, pero también un placer, el mismo que he tenido al responder a esta entrevista.

Gracias, Carlos.

4 respuestas

  1. Me parece muy interesante la entrevista. Lo que es una vergüenza es la utilización mercantil de los dominios… La iniciativa de APR es muy buena, pues crea un lugar para la filosofía que, como dice C. Muñoz, es demasiado extenso y riguroso como para desarrollarse en un blog. Sin embargo, yo creo que también hay sitio para los pensamientos «blogeros». ¿Cómo se expresarían hoy los pensamientos fragmentarios de Niezstche, algunos de Schopenhauer, Adorno, Horkheimer, Sartre…? A lo mejor, ellos tendrían hoy un blog, o, quizás, el Nietzsche del siglo XXI está ya escribiendo en alguna de las bitácoras de la red. Desde aquí quiero animar al equipo de APR a seguir con su tarea del libre pensamiento y a darse un paseo por lo blogs, porque hay algunos que merecen la pena…

  2. No conocía casi nada de José Luis Orihuela y su obra, ni a Carlos Muñoz y A Parte Rei. Por darlos a conocer felicito a Timshel e IdeaSapiens.
    Los dos utilizan la tecnología web como herramienta. Uno para publicar escritos de expertos filósofos y acercarla a un público. Otro, Orihuela, utiliza la misma tecnología por el aprendizaje que puede producir su uso.
    Las dos entrevistas me han resultado sumamente interesantes y procuraré con tiempo ir conociendo más su obra.

  3. Hay cierta creencia que prejuzga el weblog como un sistema simplista y poco idóneo para le reflexión sea filosófica, científica… Depende del autor o autores que escriban. El weblog tan solo es el formato, los contenidos van con cada cual. Que abundan los weblogs personales, los weblogs informativos que publican, debaten y analizan noticias. Que en una mayoría la simplificación abunda, puede ser. Pero insisto, depende del autor. Los límites nos lo ponemos nosotros.
    Sobre lo que hay detrás de la renovación de dominios de ciertos proveedores, es escandoloso. Se preocupan por el SPAM, por el comercio electrónico, con la protección de datos, y al final ni una cosa ni otra. Incluso han contemplado en la LSSICE que las empresas hagan SPAM con tus datos. Y para más inri, parte del presupuesto del Ministerio de Ciencia y Tecnología es derivado al de Defensa para comprar armamento y sufragar los gastos de Irak.

  4. Quería matizar mis comentarios sobre los weblog o, tal vez, insistir en que no he construido un juicio definitivo. Efectivamente como dice Miguel, seguro que Nietzsche o Benjamin o Canetti o Cioran se sentirían muy a gusto en ellos y que pondrían toda la densidad y profundidad de su pensamiento. En indudable que han jugado un papel crucial en determinados contextos y situaciones recientes, porque transmiten de forma ágil y abierta y sobre todo porque abren una comunicación horizontal que, aun en la desconfianza que conviene siempre mostrar, permite una apreciación de lo que pasa mucho mejor que la que nos puede transmitir los telediarios de nuestras cadenas públicas. Pero no nos dejemos seducir ciegamente por la tecnología, por su rapidez, simplicidad o inmediatez. A la postre todo depende de nuestra inteligencia y buen juicio. Gracias por vuestros comentarios