Elecciones en Catalunya. Cómo utilizar la red para bien

La web creada por la «Generalitat» para seguir el escrutinio de las elecciones presidenciales de Catalunya está siendo el punto de referencia para saber los resultados para todos los medios de comunicación y para los ciudadanos, descartando de esta manera la especulación y garantizando la información exacta para los seis millones de habitantes de Catalunya.
Igual que ocurrió cuatro años atrás, los nacionalistas moderados, de tradición católica y de centro, Convergència i Unió (CiU), se disputa el poder con el Partit Socialista de Catalunya (PSC-PSOE), de tendencia moderamente progresista y hermano del Partido Socialista, líder de la oposición en España.
Hace cuatro años con el liderazgo reconocido mundialmente de Jordi Pujol, CIU consiguió ganar en escaños tras 20 años de gobierno. El PSC-PSOE con Pasqual Maragall a la cabeza, impulsor de los juegos olímpicos de Barcelona’92 desde sus años en la alcaldía de Barcelona, ganó en número de votos pero no pudo gobernar al ser el sistema electoral de Catalunya un sistema proporcional por zonas y no numérico.
Hoy, con el 93,5% de los votos escrutados, y ya sin Jordi Pujol como jefe de lista de CiU, parece que se repetirá la historia. Las alianzas con los otros partidos en especial con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), partido nacionalista de izquierdas que aboga por la autodeterminación sin traumas y sin métodos violentos es clave para la gobernación ya que se convierte en la tercera fuerza del futuro parlamento.
El Partido Popular (PP), grupo que lidera desde el gobierno central José María Aznar, sería la cuarta fuerza perdiendo casi con toda seguridad el papel decisivo que hasta ahora desempeñaba al pactar con CiU en la anterior legislatura. A CiU, ya liderada por Artur Mas, no le hace falta el apoyo del PP.
Todas las encuestas y tendencias de opinión daban al PSC-PSOE y Pasqual Maragall como «president» de la Generalitat en alianza con ERC e Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), la quinta fuerza en el marco electoral, y progesista como las dos anteriores.
Esta alianza progresista podría gobernar Catalunya, pero CiU podría pactar con ERC al ser los partidos nacionalistas aunque solo les uniría este concepto ya que en políticas económicas y sociales son casi incompatibles.
Catalunya es un caso muy excepcional, y el nacionalismo siempre moderado y con ejemplos claros de estabilidad para España, esta incompatibilidad ideólogica entre CiU y ERC no sería problema.
Si al cabo de los días se confirman las diferentes alianzas bien entre las tres fuerzas progresistas o entre las dos nacionalistas habría cambios, creemos que beneficiosos, ya que los progresistas tendrán presencia importante en el gobierno catalán.